sábado, 21 de febrero de 2009

Sobre extinción de lenguas

Quechua y aimara en atlas de lenguas en peligro de la Unesco

Jue, 19/02/2009 - 14:38


El quechua y aimara central figuran en el atlas de los dos mil 500 idiomas en peligro del mundo, elaborado por la Unesco, un documento cuya versión electrónica fue presentada en la ciudad de París, Francia.
La organización consideró, no obstante, que gracias a políticas lingüísticas favorables han aumentado los locutores de dichas lenguas, al igual que el maorí en Nueva Zelandia, el guaraní en Paraguay, y otras de Canadá, Estados Unidos y México.
El atlas constituye una herramienta digital interactiva que contiene datos actualizados de los idiomas en peligro y podrá completarse, corregirse o actualizarse de manera constante gracias a las aportaciones de sus usuarios.
Permite, además, hacer búsquedas según múltiples criterios y clasifica las lenguas en peligro según cinco grados de vitalidad diferentes: vulnerables, en peligro, seriamente en peligro, en situación crítica y extintas (desde 1950).

Según Unesco, algunas de sus informaciones son preocupantes: de los seis mil idiomas existentes en el mundo, más de 200 se han extinguido en las tres últimas generaciones, 538 están en situación crítica, 502 seriamente en peligro, 632 en peligro y 607 en situación vulnerable.
El atlas muestra también que 199 idiomas cuentan con menos de diez locutores y 178 más tienen un número de hablantes comprendido entre 10 y 50.
Entre las lenguas muertas recientemente se cita al manés de la Isla de Man, extinguido en 1974 con la muerte de Ned Maddrell; el aasax de Tanzania, extinguido en 1976; el ubyh de Turquía, que se extinguió en 1992 con la muerte de Tefvic Esenc; y eyak de Alaska (Estados Unidos), desaparecido en 2008 con la muerte de Marie Smith Jones.

Para el director general de Unesco, Koichiro Matsuura, “la desaparición de una lengua conduce a la desaparición de varias formas de patrimonio cultural inmaterial y, en particular, del legado invaluable de las tradiciones y expresiones orales de la comunidad que la habla, que incluye poemas y chistes, proverbios y leyendas. Asimismo, la pérdida de los idiomas indígenas va también en detrimento de la biodiversidad, porque las lenguas vehiculan numerosos conocimientos tradicionales sobre la naturaleza y el universo”.
El trabajo de los más de 30 lingüistas que han colaborado en la realización del atlas muestra que el fenómeno de la desaparición de lenguas es patente en todas las regiones y se da bajo condiciones económicas muy variables.

Así, por ejemplo, en el África Subsahariana, cuya población usa más de dos mil idiomas para comunicarse; es decir, casi un tercio de todos los del mundo, es muy probable que al menos diez por ciento de las lenguas africanas desaparezca en los próximos 100 años.
El atlas constata, a su vez, que India, Estados Unidos, Brasil, Indonesia y México, países con una gran diversidad lingüística, son al mismo tiempo aquellos que tienen más lenguas en peligro.
En Australia hay no menos de 108 lenguas en distinto grado de peligro, y de los 26 idiomas en peligro que existen en Francia metropolitana, 13 están seriamente en peligro, ocho en peligro y cinco en situación vulnerable.

La situación, sin embargo, no es sistemáticamente alarmista. Así, Papua Nueva Guinea, el país con la mayor diversidad lingüística del mundo (se hablan más de 800 lenguas), es también uno de los que, proporcionalmente, tiene menos en peligro (88).
Además, hay lenguas que el atlas señala como extintas y que son objeto de una revitalización activa, como el córnico (Cornualles) o el sîshëë de Nueva Caledonia, que podrían transformarse de nuevo en lenguas vivas.
El atlas permite constatar que debido a circunstancias de índole económica, a políticas lingüísticas diferentes u a otros factores, a menudo una lengua no tiene el mismo grado de vitalidad según los países en los que se habla.
Para Christopher Moseley, lingüista australiano redactor jefe del atlas, “sería ingenuo y simplista afirmar que las grandes lenguas antiguamente coloniales, tales como el inglés, el francés y el español son siempre y en todas partes responsables de la extinción de otras. El fenómeno se debe a un sutil juego de fuerzas, y el atlas permitirá a cualquier ciudadano entender mejor ese juego”.

La realización del atlas interactivo, que ha sido posible gracias a la ayuda financiera de Noruega y fue presentado en vísperas del Día Mundial de la Lengua Materna (21 de febrero), se inscribe en el programa de la Unesco para la salvaguardia de las lenguas.
Apoyándose en su papel de centro de intercambio de información, el objetivo de la Unesco es facilitar el acceso a los datos y mapas disponibles y servir como foro de debate abierto a las comunidades, los especialistas y las autoridades nacionales.
En los próximos meses, la Unesco publicará una versión del atlas en papel.


Fuente: La República

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